Al dividir las disciplinas en tres moveres del espíritu, Foster muestra cómo cada uno de ellos contribuye a una vida espiritual equilibrada. Las disciplinas internas de meditación, oración, ayuno y estudio ofrecen vías para el examen y cambio personal. Las disciplinas externas de sencillez, retiro, sumisión y servicio nos preparan para ayudar a hacer del mundo un lugar mejor. Las disciplinas colectivas de la confesión, adoración, búsqueda de asesoramiento y celebración nos acercan más los unos a los otros, y a Dios.
Foster provee una gran cantidad de ejemplos demostrando cómo las disciplinas pueden ser parte de sus actividades diarias, y cómo pueden ayudarnos a despojarnos de nuestros hábitos superficiales y “traer la abundancia de Dios a nuestras vidas”. Ofrece revelaciones importantes que demuestran cómo la perspectiva bíblica de la sencillez, adecuadamente entendida y aplicada, trae gozo y equilibrio a nuestra vida interior y exterior y “nos hace libres para disfrutar de la provisión de Dios como un regalo que puede ser compartido con otros”. La celebración, a menudo la disciplina más descuidada, es revelada como realmente importante, debido a que permanece en el centro del camino hacia Cristo. En la introducción, Foster relata la historia de cómo esta guía para el alma, valiosa y duradera, se convirtió en La celebración de la disciplina, la cual motivará a todos los cristianos a embarcarse en un viaje de oración y crecimiento espiritual.
Peso: 0.4 kg
Año: 2009
ISBN: 9789875572126
Cantidad de páginas: 224