En todo el Antiguo Testamento, fueron prometidos un rey y un reino. Este rey sería un descendiente de David, y todas las naciones lo servirían. Tendría dominio sobre estas, y lo entregaría a los suyos. Los textos proféticos apuntan a que todas las familias de la Tierra y las naciones se someterían a Él. Este reino vino al mundo en una etapa de conquista de todos los reinos de la Tierra. Es interesante que, para los apóstoles del Cordero, la Cruz significó mucho más que un beneficio personal. Ellos entendían que marcaría un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Estaban convencidos de que vivían la transición de un tiempo a otro, de un mundo a otro, de un pacto a otro pacto, hacia una nueva creación. Lo que ellos estaban experimentando era, ni más ni menos, que el final de un reino y el comienzo de otro. Este Reino, cuyo rey es Jesucristo, ya está aquí; no es algo de lo que esperamos que se manifieste en un futuro, sino que entendemos que ya se ha manifestado y está creciendo en toda la Tierra, hasta que toda esta sea llena de la Gloria del Señor.
Peso: 0.3 kg
Año: 2023
ISBN: 9789875576988
Cantidad de páginas: 252